La actriz Lindsay Lohan se muda a una casa de dos plantas en Los Ángeles.
Desde el segundo piso se puede disfrutar de una vista panorámica del salón. Los grandes ventanales hacen de la estancia un lugar luminoso. Nos gusta la chimenena oscura en contraste con el resto del salón.
El dormitorio pricipal sigue la misma línea que el resto de la vivienda líneas rectas y tonos blanco, aunque la chimenea oscura, como en el salón, y el suelo de madera aportan calidez a la habitación.
El edificio tiene tres plantas. En el interior, intenta dar un aspecto de loft entre algunas estancias al carecer de paredes.
La balconada en madera de la habitación superior gobierna el salón en el que las piezas de diseño son las protagonistas, como los sillones Barcelona.
La mezcla de madera y blanco consiguen restarle frialdad a una vivienda en la que los detalles son mínimos.
Muchos de los muebles de la casa son de diseño, como la famosa chaise longue de Le Corbusier situada justo delante de las escaleras de ascenso a la segunda planta.
Para la cocina han elegido madera oscura que contrasta con muebles más fríos y en tonos blancos en la zona del comedor. Todo consigue una sensación de orden y limpieza.
Sorprende uno de los baños decorado en azul aunque conserva el espírutu minimalista con algunos elementos como los armarios de espejos que esconden cualquier objeto de la vista.
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